El pensador solitario es un mito, una verdad escasa. No hay pensamiento sin materia previa, sin un subsuelo desde el que levantar el vuelo –ni tan siquiera Descartes pudo, ni quiso librarse de ello-. Por eso se pretende, aquí, alimentar el pensamiento con citas, fragmentos y ocurrencias de otros sobre diversos asuntos. Todos podemos y debemos ejercitar el filósofo que llevamos dentro, todos podemos no apoltronarnos en lo cotidiano y monótono. Todos podemos ver la realidad y las acciones de otra manera.
Estos fragmentos que iremos publicando pretenden que nos paremos a reflexionar, que dialoguemos con el autor, en acuerdo o desacuerdo, y que vayamos ideando –fabricando ideas- por nosotros mismos.
Pretendemos ser fragmentarios por necesidad, por falta de un plan previsto a largo plazo y porque la realidad es una señora oronda a lo Rubens que no podemos vestirla con trajes de tallas pequeñas.
Además pretendemos –¡cuánta presuntuosidad!- que todos los días busques un momento de sosiego, aparques lo inmediato y uses la cabeza por dentro. También te lo agradecerán los asuntos hodiernos que parecen comerte la vida.
Y puestos a pretender, pretendemos que algunos de estos textos te lleven a leer las obras y a los autores de donde proceden.
Como propósito procuraremos no inundar CITA MATUSALEN con nuestras ideas y comentarios aunque, alguna vez, aparecerán. ¡Seremos pretenciosos! (Matusalén)
No hay comentarios:
Publicar un comentario