Leyendo Crimen y Castigo, me llamó la atención un pasaje en concreto, en el que el protagonista, Raskólnikov, asesino de una vieja usurera, habla con Porfiri, juez de instrucción, sobre el delito. Están comentando el artículo publicado por el primero hace tiempo, en el que éste defendía la inmunidad legal de ciertos hombres en ciertos casos, más en concreto de lo que él denomina personas extraordinarias, hombres que se distinguen de la masa por poder contar algo nuevo. Raskólnikov defiende que a estos sujetos se les podría permitir ciertas ambigüedades a la hora de juzgar sus acciones, y la situación concreta que pone es en el caso de que tengan que defender algo bueno para la sociedad. Añade además como ejemplos gente rompedora en su tiempo, como Napoleón, que entonces estaría en la ilegalidad según las convicciones de entonces, pero no lo estaría después.
En mi opinión, es una especie de burla, por un lado a la doctrina nietzchiana, y por otro lado a la relatividad moral que implica reconocer los hechos de la historia como una serie de síntesis y antítesis, luchas y peleas entre dos bandos.
Sin embargo no me quería fijar en este último aspecto, sino en la doctrina nieztchiana, que por cierto, su autor en ningún momento es aludido.
Raskólnikov valora especialmente a este grupo reducido, a “los extraordinarios”, en Nieztche, el superhombre. Para él son las únicas personas que realmente valen, las fuertes, las que lo superan todo, las que, en definitiva, aguantan el sufrimiento. Son capaces de delinquir y no sufrir las consecuencias, de matar, y no tener escrúpulos. Para él, es éste el vencimiento del sufrimiento humano, de que el hombre, consiga doblegar al último bastión del “enemigo”, del porqué de su toda su existencia.
Y es un engaño, porque él, que delinquió para sufrir, él, que mató sin necesidad para equipararse a los que sufren realmente…Él, uno de los “extraordinarios”, le ha afectado lo que ha hecho, incluso antes de hacerlo. El solo propósito de hacer eso con convicción racional, es lo que le lleva a su estado de enajenación.
Defiende también que los “extraordinarios” son los que realmente tiran del carro de la sociedad, los hombres modelo. Estamos ante una paradoja, pues, el ser realmente hombre para Raskólnikov es no ser hombre, ya que poder sufrir sin doblez y saltarse todas las raglas morales, es algo no humano.
La pregunta es: ¿es Raskolnikov libre?¿Actúa con pleno raciocinio? Evidentemente es muy inteligente, que no listo. ¿Puede ser que una idea, un prisma desenfocado con el que ver su situación, le lleven al extremo de matar a dos personas?¿De dónde surgen esas ideas?. ¿Cuál es la situación personal que le lleva a ese extremo?
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